Puna
La desnudez del altiplano es única: su despojo invita primero a observar el ambiente con detenimiento, en detalle, y luego, inexorablemente, a explorar el propio espíritu, a mirar hacia adentro en profundidad.
La puna, que ocupa el sudoeste de Salta, es una planicie inmensa, situada a una altura promedio de 3500 metros sobre el nivel del mar. Es una de las regiones más despobladas del país: San Antonio de los Cobres es la única población relativamente grande, con más de 5000 habitantes. Los otros poblados son muy chicos, como Tolar Grande, que ronda los 200 habitantes.
Este gigantesco desierto de horizonte quebrado regala paisajes únicos, como los salares de Pocitos, Arizaro y Llullaillaco, los muchos volcanes de cumbres nevadas que superan largamente los 6000 metros de altura y las formaciones de piedra y arenisca roja. Junto a estos atractivos naturales, llaman la atención las huellas del paso de los incas por la zona, el impresionante tendido del ramal ferroviario C-14 y las viejas y nuevas estaciones mineras.
Lo imperdible: Sentarse a sentir el silencio, en cualquier lugar de la puna. La contemplación en esta región es una interacción permanente entre el paisaje y el alma.