Hay rutas que uno puede recorrer mil veces y disfrutarlas siempre. Porque hay detalles que sorprenden, tonos que cambian con la luz del sol, caprichosas formas naturales que invitan a preguntarse una y otra vez cómo se generaron. Es el caso de la Ruta Nacional 68 en el tramo que recorre la Quebrada de las Conchas, entre Alemanía y Cafayate.
Las formaciones de piedra arenisca de múltiples colores despiertan asombro detrás de cada curva. Una de estas formaciones es Los Castillos, situada a menos de 20 km de Cafayate, prácticamente en la unión de la Quebrada de las Conchas con el Valle Calchaquí. Al atardecer, sus colores son soñados.
Foto de Juan Martín Roldán / @roldanjuanmJuartin